Ya escribía aquí mismo, tras la decisión del Comité Federal del PSOE, tomada en la
madrugada del día 2 de octubre, con nocturnidad y alevosía, otorgándose unos
poderes ilegítimos, que la distancia que separa a las bases socialistas de la
cúpula se acrecentaba.
Pues bien, las semanas transcurridas desde aquella fatídica
jornada hasta ahora, no sólo han puesto de manifiesto el incremento de la
distancia vaticinada, sino que también ha dibujado el horizonte interno del
PSOE, en el que aparecen dos figuras que serán claves en el inmediato futuro de
la organización, Pedro Sánchez y Susana Díaz.
Pedro Sánchez ha
cumplido su compromiso con las bases socialistas y ha vuelto a la palestra para
defender su posición, que consiste básicamente en exigir a la Gestora del PSOE la inmediata convocatoria
de elecciones primarias y un Congreso
Federal Extraordinario.
Con el retorno de Sánchez,
que tuvo como escenarios las localidades valencianas de Xirivella y Sueca, donde
surgió el llamado espíritu de Xirivella,
ha quedado claro con quién está la militancia del PSOE. Ahora mismo, son
decenas los actos programados en toda España para mostrar su apoyo al
exsecretario general y a sus reclamaciones.
Pedro Sánchez en Xirivella.
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El lunes 28 en Málaga empezaba un reguero de convocatorias,
a la que seguían las de Cuenca, Valladolid, Melilla, y así hasta casi hasta el
infinito, en las que los militantes pretenden organizar el apoyo al proyecto de
Pedro Sánchez. Por añadir una anécdota,
en la noche del citado lunes 28, en el transcurso de una asamblea ordinaria
celebrada en Rincón de la Victoria
(Málaga), se produjo una sublevación de la militancia que exigió una votación para
expresar el apoyo a la celebración inmediata de primarias y Congreso. Postura que resultó mayoritaria en una
agrupación hasta ahora fiel al susanismo.
Y digo proyecto porque el mismo Sánchez ha dejado caer que lo importante es devolver la voz a la
militancia y que él podría incluso no ocupar el lugar de cabeza de cartel de la operación. Una muestra de
generosidad que afianza aún más su liderazgo indiscutible, como lo demuestra el
hecho que, según la empresa de medición de audiencias Comscore, la nueva web de Pedro
Sánchez atrajo el pasado octubre a más usuarios que la oficial del PSOE.
También es relevante que en el observatorio de la Cadena SER de hoy martes 29 se señale
que a la pregunta sobre quién sería el mejor para tomar las riendas del PSOE, la
respuesta mayoritaria entre los votantes de todos los partidos sea Pedro
Sánchez.
La preferencia por el exsecretario general es especialmente
mayoritaria entre los votantes del PSOE. El 35,8% señala a Pedro Sánchez como el mejor líder para el partido. En segundo
lugar, pero con la mitad de porcentaje colocan a Patxi López y muy cerca, en tercer lugar, a Susana Díaz. Es llamativo que la presidenta andaluza sea la líder
favorita de aquellos que votaron al PP.
Mientras tanto, la presidenta de la Junta de Andalucía y
secretaria general del PSOE andaluz, Susana
Díaz, sigue mareando la perdiz. En medios próximos a San Vicente (sede regional del PSOE) aseguran, por activa y por
pasiva, que aún no está tomada la decisión sobre sí la baronesa concurrirá, o
no, a las primarias, todavía no convocadas y a la espera de la reunión que el Comité Federal celebre en el mes de
enero.
Susana Díaz tiene
pánico a dar un paso definitivo y de ahí, que tras la ronda por los platós de
televisión, trate ahora de asegurarse de que la actual legislatura de las Cortes
Generales, no será breve, para permitir construir su imagen de lideresa a nivel
nacional y, llegado el momento, obtener un escaño en el Congreso de los
Diputados, que la haría visible como jefa
de la oposición.
Luego está el hecho claro de que Susana Díaz cuenta ahora con un no discutible apoyo orgánico, sobre
todo en las federaciones andaluzas y extremeñas y con el concurso de la Gestora del PSOE, que de forma
descarada le baila el agua. Pero también con la oposición feroz y omnipresente de
la gran mayoría de la militancia.
De ahí la convocatoria de un gran acto en Jaén para el
próximo 16 de diciembre en el que estará acompañada por José Luis Rodríguez Zapatero, con la percha de la celebración de
los diez años de la entrada en vigor de la Ley de Dependencia.
Un acto que tiene mucha miga ya que estará bajo la
supervisión de Francisco Reyes,
presidente de la Diputación y secretario general de los socialistas jaeneros.
Un personaje antaño enemigo a cara de perro de Susana Díaz y ahora su mayor aliado en el conflicto interno del PSOE. Tanto es así que se especula con
que sería Francisco Reyes el elegido
para sustituir a la baronesa en caso de su marcha sobre Madrid. Una relación trabada con la astucia de la presidenta
andaluza que invitó a Reyes a
participar en el reducido marco de la celebración del bautizo de su hijo.
En definitiva, las espadas están en alto, las fuerzas se
están midiendo y lo único que parece claro es que la suerte está echada. Alea jacta est.
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