Empujado por el afán de adquirir nuevos conocimientos me veo
realizando el curso titulado “El oficio
del político”, que imparte la Universidad
de Salamanca, que me lleva a reflexionar sobre el permanente debate que ha
existido siempre sobre el modelo más conveniente para gestionar los objetivos
de la ciudadanía. Desde Hobbes a Eldelsveld, pasando por Montesquieu, Ortega o Azaña, para
recalar en Schumpeter entre otros
muchos teóricos de la Ciencia Política.
El caso es que, inspirados en unos u otros postulados, el
debate interno que vive el Partido
Socialista Obrero Español (PSOE)
y que salpica al conjunto de los ciudadanos, merece fijar la atención por la
trascendencia que tendrá para el futuro de todos los españoles. Simplificando
mucho, buena parte del PSOE porfía
ahora mismo entre optar por una nueva socialdemocracia o engancharse a las
políticas neoliberales de lo que llamo derechona
(conjunto de poderes políticos, económicos y sociales instaurados en un
rancio conservadurismo).
Cantando La Internacional en Burlada (Navarra). |
De un lado, tenemos el proyecto, ya conocido, liderado por Pedro Sánchez, que pasa por definir a España en la Constitución como un
Estado plurinacional, implantar una renta mínima, crear una banca pública o
denunciar los Acuerdos con la Santa Sede, fijando dos "adversarios": "el capitalismo
neoliberal y el conservadurismo del PP".
Para interpretar los citados postulados esenciales, nada
mejor que conocer lo que dice, en un reciente artículo, José Félix Tezanos, uno de los dos principales redactores del
proyecto Por una nueva socialdemocracia,
que en defensa de su patrocinado resalta que "Pedro dice lo que piensa y
hace lo que dice, lo que resulta un activo impagable para cualquier partido en
estos tiempos de desafección". Muestra de ello, añade, es la "ola de
confianza" que está desatando el precandidato, llevando a "mucha
gente a afiliarse" ahora al centenario partido del puño y la rosa. En
opinión del sociólogo, la batalla de Sánchez
es un reflejo más de la "nueva ciudadanía activa" que está emergiendo
en Occidente. Un movimiento transversal que ha dejado ya importantes impactos
electorales y que también sería una de las causas de la convulsión que sufre la
socialdemocracia europea.
Frente a éstos supuestos se sitúa, de momento, la ponencia económica preparada por un equipo liderado por José Carlos Díez ante el 39
Congreso del PSOE, que se presentó el sábado día 25 en Madrid, y que posee un punto
clave. O mejor dicho, que no lo tiene. El documento excluye la derogación de la
reforma laboral del Gobierno del Partido
Popular.
Después de una jornada de debate, en abierto y a puerta
cerrada, el aparato del PSOE aprobó
un documento de 10 folios en el que sintetiza las líneas generales de su
propuesta económica. Ponencia económica que además de no incorporar la
derogación de dicha reforma laboral, tampoco planeta medidas de “política
fiscal ni de pensiones”.
Adriana Lastra,
diputada y ex secretaria de Política Municipal en la Ejecutiva de Pedro Sánchez, y llamada a jugar un
importante papel en el futuro, se pronunció de forma clara: “En el documento de
la gestora del PSOE ni derogan la
reforma laboral, ni abordan la política fiscal, y de las pensiones. Ahora
entiendo lo de Rojos”, manifestó.
Ejemplos a seguir pueden ser la deriva interna de los
partidos socialistas de Francia o Alemania, o el sistema político que crece,
con fortaleza en Portugal. Que
pueden ser útiles también para el cruce de ideas riguroso y no surrealista, en
los foros adecuados, como bien decía el diputado Odón Elorza.
Pero la actualidad manda y condiciona el debate enunciado
aquí de manera sucinta, sobre todo por el prolongado espacio de tiempo que
todavía falta para llegar a las primarias del mes de mayo. Y es la posibilidad
de pucherazo que planea sobre todo el
proceso. Lo explicaba muy bien el periodista Daniel Basteiro en su artículo Los cinco riesgos de pucherazo que planean sobre las primarias del PSOE.
Aunque junto a los problemas que suponen para el PSOE, el censo, los préstamos de
avales, la utilización irregular del aparato,
el voto por internet y la propia jornada de votación, desarrollados por Basteiro, la cuestión principal se
centra hoy en la gran incógnita: No conozco a nadie que se atreva a vaticinar
el papel que al final asumirá Susana
Díaz.
Sus sonados fracasos en los actos protagonizados el pasado
fin de semana en Castilla-La Mancha
y en la Comunidad Valenciana, los
malos resultados electorales vaticinados por El Mundo para Andalucía, junto a
la postura de buena parte de los barones
de situarse ahora de perfil, creo que harán a Su Susanísima tomar una decisión definitiva o, al menos, replantear
su estrategia. Sobre todo a la vista del inusitado y llamativo movimiento que,
sin que nadie pueda ponerlo en entredicho, está desatando por todas partes, el
candidato Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Precisamente los apoyos que recibe Sánchez no son casualidad, aunque ni si quiera él seguramente esperaba tantos, son fruto de que es un político que "dice lo que piensa y hace lo que dice" y en estos momentos de descréditi de la política tiene un valor primordial. Y creo que ganará. Y su reto principal, de inmediato, serà unir al partido, que no es tarea fácil.
ResponderEliminarLa primera etapa, que era más dificil conseguir apoyos ya pasó!
ResponderEliminarAhora los apoyos van a caer como lluvias! Bienvenidos sean!