Va de suyo que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se ha metido de patas en
un buen lío y cunde la impresión de que, ahora mismo, no le llega la camisa al
cuello. Hoy se hace buena la descripción que un día hizo de ella un veterano
dirigente del PSOE andaluz, “su
ambición está por encima de su inteligencia”.
Susana Díaz. |
Al anunciar que anunciará el domingo día 26 de marzo en Madrid la presentación a la carrera de
las primarias socialistas ya no tiene
vuelta atrás. Ahora tiene que ganar, pero también tiene bastante más que
perder. Desde el punto de vista político el paso de competir por hacerse con el
control de Ferraz supone una grave
irresponsabilidad al poner en peligro la estabilidad del Gobierno de la Junta de
Andalucía. Y no estoy hablando de su sucesión, que todavía no toca.
Las presiones de los que defienden el modelo de PSOE que encarna Susana Díaz han colocado la baronesa
del Sur a la boca de un precipicio, sobre todo si tenemos en cuenta las últimas
encuestas sobre liderazgo en el PSOE,
que ciertamente arrojan unos números que no acompañan a la recién nominada candidata.
A la vista de los acontecimientos de las últimas semanas y del estado de
opinión que expresan las redes sociales me da la impresión de que a Susana Díaz no la quieren una buena
parte ni de los militantes, ni de los votantes del PSOE.
En la víspera de su anuncio del domingo día 12, en Málaga, sufrió un sonado pinchazo, a pesar de que el aparato del PSOE andaluz se había volcado, con todas sus consecuencias, para
tratar de hacer una nueva demostración de fuerza. Y es que Susana Díaz, con su mala administración de los tiempos ha
conseguido todo lo contrario de lo que perseguía, obtener la animadversión de
una buena parte de la militancia. Aunque también es cierto que, cada día que pasaba
sin dar el paso a delante iba muriendo poquito a poco.
Pero el anuncio de Susana
Díaz no logró eclipsar el tsunami
que llevó pocos minutos después de difundirse la noticia a Pedro Sánchez a Cádiz,
donde según los medios reventó el
aforo del Palacio de Congresos. Y allí, además de la indiscutible
espectacularidad de este nuevo acto del exsecretario general, se vivió el
inicio de una nueva etapa en el desarrollo de su campaña. Un enorme cartelón
con el lema “Sí es sí”, presidía el
multitudinario encuentro. Su significado lo explicó con claridad el propio Pedro Sánchez.
El nuevo lema de la campaña, que le da la vuelta al “No es no”, es “el no a Rajoy es un sí al PSOE. Sí es sí”, explicó
el candidato, antes de que el público coreara el eslogan. "Sí al cambio, a
la participación, a la coherencia, a la izquierda...", añadió Sánchez aclamado durante casi un minuto
por el respetable.
Aunque las sorpresas del acto habían comenzado antes de la
intervención de Pedro Sánchez,
cuando se proyectó el vídeo de la gaditana, alcaldesa de París, Anne Hidalgo que
dio su apoyo claro y directo a Sánchez
diciendo “Pedro, te necesitamos”.
En la movida jornada del domingo 12 de marzo también hubo
oportunidad de escuchar al tercer candidato en discordia, Patxi López, que parece jugar a tratar de tener la llave que
decidirá en mayo los derroteros del Partido
Socialista. En un acto celebrado en la localidad madrileña de Getafe el exlendakari bromeó diciendo
que "si no gano, cosa que dudo, yo no me voy", insistiendo que la
suya era una candidatura de la unidad, rechazando la división de las bases entre
"azules" y "rojos" e insistiendo en que si pierde se
mantendrá en el partido para sumar y apoyar con lealtad al próximo secretario
general.
Patxi López
también apostó por buscar un proyecto propio para el PSOE, que ni haga seguidismo del PP en el Congreso de los
Diputados, ni mire de reojo a una izquierda que promete "el cielo en
la Tierra sin los pies en el suelo”.
En fin, lo cierto es que tras la jornada dominical se abre
un apasionante y duro espacio de tiempo en el que la limpieza y la
transparencia debería ser la bandera de todos los contendientes. Cosa que, por
ahora, pongo en duda.
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