La moción de censura anunciada contra el Gobierno municipal
de izquierda del Ayuntamiento de
Marbella por la formación Opción
Sampedreña (OSP), hace presagiar una
nueva etapa de oscurantismo en la perla de
la Costa del Sol, que ya sufrió
hasta hace dos años con la mayoría absoluta del Partido Popular (PP), a la que precedieron los años del despotismo
del gilismo.
Escuchando los razonamientos de unos y de otros, se adivina
que la OSP tiene escasos argumentos
convincentes para dejar caer al Ejecutivo municipal que hasta ahora preside el
socialista José Bernal, apoyado por Izquierda Unida (IU) y una versión
local de Podemos, Costa del Sol Sí Puede (CSSP).
![]() |
José Bernal, alcalde de Marbella. |
Algunos de los que seguimos la política malagueña, tenemos
la impresión que todo empezaba a funcionar medianamente bien. Aunque con los
lógicos errores, existía un proyecto que comenzaba a dar sus frutos, y que
había conseguido hacer cambiar de rumbo a una ciudad que el gobierno del PP, dirigido por María Ángeles Muñoz, que ahora aspira a volver a tomar el bastón de
mando, había tornado en una ciudad gris y con una gestión plagada de claroscuros
y bastante poca transparencia. No lo digo yo, lo señalan los índices de
transparencia.
Aunque el palo que
supone la presentación de la anunciada moción
de censura seguro que tiene algunos responsables, por lo que no sería malo
realizar alguna reflexión y obtener conclusiones que ayuden de cara al futuro.
En primer lugar, habría que preguntarse si el Partido Socialista (PSOE), encabezado
en Málaga por Miguel Ángel Heredia, ha estado a la altura de las circunstancias y
si ha prestado el apoyo suficiente al equipo de José Bernal. También cabe preguntarse si la Junta de Andalucía, encabezada por la también socialista Susana Díaz, ha cumplido sus
compromisos con Marbella, o si la
ciudad también ha sido víctima del evidente parón de la gestión que ha sufrido el
Gobierno andaluz, debido a las aventuras
políticas de su presidenta.
Además están los que quieren colgar el muerto a los
responsables de Podemos en Marbella, de los que consta, que a su
estilo, han trabajado por el proyecto de la izquierda. Lo mismo sucede en las
filas de IU desde donde ven con
auténtico horror el regreso de la derecha al Consistorio marbellí. Sus responsables han hablado con claridad
diciendo que, “la política no es un vals en el que se pueda cambiar de pareja a
mitad el baile”, y acusando a los independentistas
de San Pedro de abrir la puerta de
la ciudad y del Ayuntamiento al “neogilismo,
la corrupción y los intereses particulares que han gobernado la ciudad en los
últimos 25 años”.
Tampoco hay que descartar, en este lamentable proceso, la
intervención de la mano negra de Javier Arenas, muy amigo de Muñoz y habitual de Marbella, al que algunos señalan como
el instigador de la operación oscuridad.
En este sentido, hay que destacar dos hechos. De un lado, el silencio del presidente
provincial del PP, Elías Bendodo, ante el anuncio de la
moción de censura. Y de otro, el mosqueo
que se atribuye a la ministra Dolores de
Cospedal, también veraneante marbellí e histórica enemiga de Arenas, que habría manifestado su oposición
a una decisión que se habría tomado sin conocimiento de la superioridad.
ULTIMA HORA: PP y OSP han registrado el lunes día 14 la moción de censura que se debatirá en el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Marbella a celebrar el próximo 29 de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario