En la mañana del lunes día 19, José Luis Ábalos, una de las
cabezas mejor amuebladas del actual Gobierno de España y de la dirección
socialista, lanzó un bombazo informativo en modo globo sonda, durante su
intervención en uno de los desayunos informativos que organiza la agencia de
noticias Europa Press, que tuvo como escenario el Casino de Madrid. ¡Hagan
juego señores!
Ábalos, siempre tan socarrón, en realidad no dijo nada
nuevo, es más, se mostró partidario de seguir en el empeño de no tirar la toalla y perseverar en el objetivo fundamental
del ejecutivo de Pedro Sánchez de sacar adelante, antes o después, los
Presupuestos Generales del Estado y agotar la legislatura.
José Luis Ábalos. |
Pero la bomba la dejó caer cuando a la contestación de una
pregunta sobre la rumoreada posibilidad de celebrar las elecciones generales el
26 de mayo, coincidiendo con municipales, la mayoría de las autonómica y las
europeas, lo que se ha llamado el “superdomingo”, dijo que “nada es descartable”,
al tiempo que afirmaba que no era partidario de “no aventurar” nada. "Sabiendo
lo líquida que es la política, no hay que aventurar nada. De aquí a mayo queda
mucho", dijo el ministro sabiendo que desataba los nervios en los
cuarteles generales del conjunto de las fuerzas políticas.
En medios solventes cercanos a Ferraz, por el contrario, se
ha asegurado que los planes, a fecha de hoy, del Gobierno pasan por tratar de
llevar el final de la legislatura, al menos, hasta el otoño de 2019, con o sin
presupuestos. Las mismas fuentes coinciden con José Luis Ábalos en que pese a
los errores del Gobierno, que los reconocen, están convencidos de que el PSOE
está llevando a España hacia una mayor cohesión territorial, junto a la
recuperación de la confianza de los ciudadanos en las posibilidades de su país.
El propio Ábalos, en su intervención, destacó el hecho de
que la economía española sigue creciendo al 2,5 por ciento y que el paro ha
caído por debajo del 15 por ciento, por primera vez desde 2008. A juicio del
titular de Fomento “España puede crecer más y mejor”. También puso el acento el
ministro en la necesidad del giro social que están haciendo los socialistas y
que ha día de hoy es uno de sus principales patrimonios.
Es evidente que sobre la mesa de Pedro Sánchez, que es el
que en definitiva tiene que tomar la decisión del adelanto electoral, estará
también lo que suceda el 2-D en Andalucía, así como los datos del efecto de la
campaña de desprestigio contra el propio Sánchez y sus ministros, que están
desarrollando, no solo desde la oposición de populares y Ciudadanos, sino de la
mano de un amplio sector de medios de comunicación, descaradamente escorados a
la derecha.
Por su parte, Pedro Sánchez, de visita oficial en Marruecos,
pareció querer jugar al mismo juego de ambigüedad que su ministro, al tiempo
que recordaba su exclusiva facultad sobre la convocatoria electoral, para
añadir que la respuesta de Ábalos era de “puro sentido común”.
En resumen, un globo sonda, que entre otras cosas, ayudará a
saber hasta dónde están dispuestos a llegar los independentistas catalanes, en
una situación política interna que les puede obligar a retratarse.
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