Un servidor, que es un agnóstico confeso, lleva rezando por lo
bajo algunos días para pedir que se produzca un milagro en San Telmo, sede de la Junta
de Andalucía. Un milagro que, a pesar de las horas de sufrimiento que
llevamos vividas a modo de penitencia, permitiera que el heredero político de Javier Arenas, llámame Juanma, no
consiguiera sentar sus posaderas en la poltrona de la presidencia andaluza.
Lo que está pasando ahora mismo en el escenario político andaluz es más que dantesco. Las derechas, perdedoras de los comicios del pasado 2-D, el PP cosechó 300.000 votos menos que en las autonómicas anteriores,
legítimamente, se ha cogido de la mano de los Ciudadanos de Rivera,
para tratar de realizar, según ellos, el cambio que Andalucía necesita,
después de casi 4 lustros de gobiernos democráticos socialistas.
Serrano, Marín y Moreno Bonilla. |
El problema es que ambas fuerzas políticas no suman el
número de escaños suficientes para apuntalar un nuevo ejecutivo. Y aquí comienza
el descalabro. Han tendido la soga a la ultraderechista Vox para que acuda en su auxilio. Los pupilos Santiago Abascal, liderados en Andalucía
por el juez, condenado por prevaricación, Francisco
de Asís Serrano, no van a dejar pasar la oportunidad de, por una parte,
colocarse bajo todos los focos posibles de cara a unas próximas elecciones
generales. Y de otra, tratar de dar el abrazo del oso, tanto a los antiguos
hermanos del Partido Popular y de
paso, si se tercia, a los descentrados de Ciudadanos.
Por eso lo de la soga.
Como ha escrito mi colega Ignacio Escolar en eldiario.es
“el programa de Gobierno de Vox para Andalucía daría risa si no diese miedo”. Aquí pueden repasar los 19
postulados de la formación ultraderechista, que denominan Propuestas de Vox para la investidura del Presidente de la Junta de Andalucía, que denotan un grave desconocimiento del Estatuto andaluz, del ámbito competencial autonómico y, por
supuesto de la Constitución Española.
La sociedad civil no se ha quedado pasmada ante el desaguisado
que se viene encima y, lentamente ha comenzado a reaccionar. Ya se ha puesto en
marcha un manifestó, encabezado por prestigiosos catedráticos y profesionales
de todos los sectores, con el título “Manifiesto por la democracia, el diálogo y los derechos humanos en Andalucía”, que lleva
recogidas más de 500 firmas y las mujeres, otra vez las mujeres, han mostrado
su férrea oposición a las atrocidades que anuncia Vox, convocando para el próximo
15 de enero una jornada de protesta feminista para denunciar, mediante una
manifestación ante el Parlamento andaluz y concentraciones simultáneas en todas
las provincias, el "sistema patriarcal" vigente bajo el lema 'Ni un
paso atrás en igualdad'.
A la izquierda política andaluza parece que le ha costado un
poco más reaccionar. Y hace tan solo dos días la dirección de Adelante Andalucía (Podemos-Izquierda Unida) ha realizado una oferta de diálogo al PSOE-A, que todavía no ha digerido el
batacazo en las urnas, no ha sido capaz de ejercitar un mínimo de autocrítica y
en cuyas filas se empiezan a escuchar voces pidiendo la salida de Su
Susanísima.
Claro está, que todo depende de un milagro que necesita de
algunos mimbres para que se pueda producir. Que Vox deje a los pies de los caballos a populares y Ciudadanos y que, la izquierda sea
capaz de llegar a un entendimiento que necesitará de grandes dosis de
generosidad por ambas parte y que la actual presidente interina de la Junta de un paso atrás, para que el
futuro e hipotético ejecutivo andaluz pueda ser encabezado por otro socialista
o por un independiente de reconocido prestigio. Lo dicho, hace falta un
milagro, que de producirse me convertiría en un humilde devoto de San Telmo.
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