RAMÓN TRIVIÑO
El auge de la ultraderecha en España no es un fenómeno aislado, sino parte de una tendencia global, por ejemplo, el éxito de partidos como el Frente Nacional en Francia, AfD en Alemania o el Partido de la Libertad en Austria. Estos partidos comparten discursos similares nacionalismo, rechazo a la inmigración y crítica a la globalización. El aumento del voto a la ultraderecha en España, representado principalmente por Vox, puede explicarse por una combinación de factores políticos, sociales y económicos.
Estimación de voto, según el CIS. Enero 2025.
La crisis económica de 2008 y sus secuelas , como el desempleo, precariedad laboral o recortes sociales, generaron descontento en amplios sectores de la población. La desigualdad económica y la percepción de que las élites políticas no resolvían los problemas de la gente normal y corriente alimentaron el desencanto con los partidos tradicionales. Vox ha sabido capitalizar este malestar, presentándose como una alternativa a esos partidos.
El conflicto independentista en Cataluña, especialmente tras el referéndum de 2017, polarizó la política española. Mientras, que Vox aprovechaba para adoptar un discurso ultra en defensa de la unidad de España, atrayendo a votantes preocupados por la posible fragmentación del país. Su retórica nacionalista y centralista resuena en regiones donde el independentismo es visto como una amenaza.
Por otra parte, los rápidos cambios sociales en temas como la igualdad de género, los derechos LGTBI, la inmigración o la memoria histórica han generado una reacción en los sectores más conservadores. Vox se posiciona como defensor de valores tradicionales y en contra de lo que considera "ideología de género" o "progresismo radical". Este mensaje, sin duda, atrae a votantes, generalmente poco informados y letrados, que se sienten desplazados o amenazados por los cambios culturales.
Crisis de los partidos tradicionales
La pérdida de credibilidad de los partidos tradicionales , quizá debido a casos de corrupción, reales o basados en bulos descarados, junto a su incapacidad para resolver problemas clave ha llevado a muchos votantes a buscar alternativas. Vox ha logrado presentarse como una opción "nueva" y "anti-sistema", a pesar de sus raíces en el PP. El aumento de la inmigración irregular, especialmente en zonas como Andalucía o las costas mediterráneas, ha sido un tema central en el discurso de Vox. El partido vincula la inmigración con falsos problemas de seguridad y presión sobre los servicios públicos. La crisis migratoria en Europa ha reforzado este discurso.
La creciente polarización en la política española ha beneficiado a Vox, que se presenta como una opción clara frente a la izquierda y los nacionalismos periféricos. Su discurso de confrontación permanente, que ahora intenta imitar el PP y su capacidad para movilizar a su base electoral han sido clave en su crecimiento, junto con su estrategia mediática y redes sociales
En conclusión, el auge de la ultraderecha en España es el resultado de una combinación de factores estructurales, crisis económica, o cambios culturales, y coyunturales, como el independentismo catalán o la crisis migratoria. Vox ha sabido capitalizar el descontento y ofrecer un discurso que se asienta en algunos sectores de la población que se sienten abandonados por los partidos tradicionales o amenazados por los cambios sociales. Sin embargo, su crecimiento también refleja la polarización y fragmentación de la sociedad española. Hay soluciones, que no son fáciles para impedir que la ultraderecha siga creciendo, pero para ello hay que tener determinación y voluntad política.
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