Cuando la noche del domingo día 21 de mayo se proclamaba en Ferraz la arrolladora victoria de Pedro Sánchez como nuevo secretario
general del PSOE, respaldado por los
votos de 74.805 militantes (el 50,26 por ciento de los votos válidos emitidos)
se cumplía el sueño de la mayoría de la militancia, el triunfo de la ilusión de
la izquierda. Una corriente emocional
canalizada en torno a Pedro
Sánchez, una auténtica primavera
socialista, lo que de hecho es ya la primera victoria para el PSOE.
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Pedro Sánchez anuncia su victoria en las 'primarias'. |
Tras la conmoción inicial de parte los derrotados, que no
parecían ser capaces de asumir lo sucedido. Con el paso de los días se han
percatado de que ante la contundencia de
los datos no hay más salida que ponerse detrás del nuevo secretario general y participar en esta revolución de mayo para tratar de obtener uno de los principales
objetivos de Pedro Sánchez. Aspirar
a reconquistar a millones de ciudadanos
progresistas para el PSOE y
convertir esta fuerza, otra vez, en la opción ganadora de la izquierda.
Se podrían reseñar aquí miles y miles de sensaciones,
anécdotas, problemas y sinsabores vividos durante los últimos nueve meses en el
seno de la centenaria organización. Pero en política también mandan los tiempos
y ahora el PSOE se debe volcar de
lleno en la organización de su 39
Congreso Federal a celebrar en Madrid
los días 16, 17 y 18 de junio, con una asistencia estimada de cerca de 1.000
delegados.
Y aquí está, realmente la clave del futuro del PSOE. Se trata de poner en marcha el
proyecto político liderado por Sánchez,
que consta de 245 propuestas y al que, durante estos meses, se han presentado
cerca de 100.000 sugerencias.
Pedro Sánchez necesita
un Congreso que dé luz verde al proyecto político que con tanta pasión ha
defendido por todos los rincones de la geografía española, un Congreso hecho a
su medida, que no ponga piedras en el camino de su nueva ejecutiva federal,
sino todo lo contario, que concite mayorías en torno a las propuestas
triunfadores en las primarias.
No voy a pecar de ingenuo, algunos seguirán cavilando sobre
la manera de conservar los rancios usos y costumbres que llevaron al PSOE al declive electoral. Pero tengo
la sensación de que el movimiento liderado por Pedro Sánchez ha puesto en evidencia que sólo existe un camino, el
de la participación y la unidad y la nueva socialdemocracia para terminar con
el Gobierno de la derecha y la corrupción sistémica de los populares.
Por esta razón, pocas horas después de la proclamación de
Sánchez, desde la Federación Socialista
Asturiana se realizaba la propuesta para que los compromisarios que vayan
al Congreso Federal reflejen de una forma proporcional los resultados de las
primarias, al entender que es la mejor manera de empezar a trabajar todos
juntos.
Con el paso de los días esta propuesta se ha ido
generalizando en todas las federaciones socialistas y se está aplicando en la
mayoría de los casos. Incluso en territorios tan destacados del susanismo, como la provincia de Jaén, en donde el secretario general, Francisco Reyes, se ha mostrado firme
partidario de la fórmula.
Lo mismo está sucediendo en buena parte de las agrupaciones
de Málaga y Granada. La respuesta la tendremos durante el próximo fin de
semana tras la celebración de los ‘congresilllos’ provinciales. Según el
reglamento del Congreso Federal a cada territorio le corresponde un delegado
por cada 180 militantes y uno adicional por cada fracción superior a 90. En
caso de que se presenten listas separadas, la que gane obtiene la mitad más uno
de los delegados, mientras que la segunda lista solo obtiene representación si
supera el 20% de los votos.
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