RAMÓN TRIVIÑO
Los resultados de las últimas elecciones legislativas en Alemania celebradas el domingo 23 de febrero de este año, dan que pensar sobre el papel que la nueva izquierda está jugando en la República Federal de Alemania. La irrupción del partido de Sahra Wagenknecht, bautizado con el nombre de su fundadora, Alianza Sahra Wagenknecht-Por la Razón y la Justicia (BSW), que obtuvo en estos comicios el 4,97 de los votos, sin conseguir representación en el parlamento, frente a Die Línke, que conquistó 28 de los 736 en liza, señalan una tendencia de crecimiento electoral frente a los partidos tradicionales que no son capaces en solitario de tender un cordón sanitario ante el preocupante auge de los partidos fascistas.
![]() |
Dirigentes de Die Linken. |
Me parece oportuno destacar, para tener un referente en la política española, que Die Linke tiene bastantes coincidencias con Podemos, una formación que surgió en 2014 como respuesta a la crisis económica y política en España, vinculado a movimientos como el 15-M, mientras que Die Linke tiene sus raíces en la oposición a las reformas neoliberales y en la fusión de partidos de izquierda, incluyendo a los ex comunistas de la República Democrática de Alemania (RDA). Ambos partidos critican las políticas de austeridad y defienden un Estado de bienestar fuerte, con énfasis en derechos sociales como la sanidad, educación y vivienda. Los dos cuestionan las estructuras actuales de la Unión Europea (UE), abogando por reformas que prioricen la justicia social y la democracia, además promueven políticas redistributivas, como impuestos progresivos y aumento del salario mínimo, para combatir la desigualdad.
También ambos fomentan la participación ciudadana y la transparencia en la toma de decisiones, aunque, al menos en el caso de Podemos, estos procesos se han ido reduciendo con el paso de los años y son el origen de fuertes disidencias. Por otra parte, las dos formaciones se oponen a intervenciones militares y defienden una política exterior pacifista y multilateral y procuran atraer a votantes jóvenes, trabajadores y personas afectadas por las políticas neoliberales.
Die Linke tiene raíces en la RDA y una historia más larga, mientras que Podemos es un partido más reciente. El primero tiene una estructura más tradicional, mientras que Podemos se organiza en círculos y enfatiza la horizontalidad. Die Linke es más abiertamente anti-OTAN, mientras que Podemos tiene una postura más matizada.
En resumen, ambos comparten una visión crítica del neoliberalismo y defienden la justicia social, pero difieren en su historia y enfoques organizativos.
Próxima entrada: La deriva de la nueva izquierda alemana (y II)
No hay comentarios:
Publicar un comentario