Miguel Ángel Heredia
Díaz (Mollina, Málaga, 1966), se ha visto en la boca del huracán tras ser desvelada
por el periódico El Mundo una arenga
dirigida a un grupo de militantes de las Juventudes Socialistas, en las que además de arremeter a diestro y
siniestro contra algunos de sus compañeros en el Congreso de los Diputados, daba pistas sobre la presunta existencia
de una auténtica conspiración para derrocar al entonces secretario general del PSOE,
Pedro Sánchez Pérez Castejón.
El ahora secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en la Cámara Baja es un personaje
poco conocido a nivel nacional, pero que ha sido clave en la política malagueña
y andaluza de los últimos años. Heredia,
que es diputado nacional desde 1996, con formación universitaria y del que no
se conoce profesión en el sector privado, aunque en su currículo se señala que
posee plaza como titulado superior en Cultivos Celulares en la Universidad de Málaga, es uno de los
parlamentarios que más iniciativas ha presentado en el Congreso, durante las sucesivas legislaturas en las que ha ocupado
escaño. Y presume de ello.
Pero lo que puede definir mejor a Heredia es diciendo que es puro aparato.
Casualmente tuvo su mejor entrenamiento en su etapa como secretario general de
las Juventudes Socialistas de Málaga
y después como presidente del Comité Regional de Juventudes Socialistas de Andalucía. Para después dar el gran salto
a la secretaría general del PSOE de
Málaga, corría el año 2008, en un Congreso provincial en el que tuvo una
abultada victoria sobre el sector crítico de entonces.
A partir de ese momento la renovada dirección del PSOE malagueño pone en marcha su
estrategia interna con el lema “estás conmigo o estás contra mí”, que Heredia impulsó junto a su inseparable Francisco Conejo, por entonces
secretario de Organización y en la actualidad número tres del PSOE andaluz, estrechamente vinculado a
Susana Díaz. Otro auténtico aparato.
Y a partir de ahí, llegó un férreo control del PSOE, en el que los dos citados dejaron
muchos cadáveres en la cuneta, que
sin embargo no les condujo al objetivo de lograr buenos resultados electorales.
El PSOE malagueño fue perdiendo
cuota electoral elección tras elección. A pesar de ello, y gracias a un juego
de oscuras alianzas y con las oportunidades que brinda tener la sartén por el
mango a la hora de repartir cargos públicos e institucionales, fueron
incrementando su control sobre el partido, hasta llegar a un poder casi
absoluto. La contestación interna era sofocada de inmediato con el argumento de
la necesaria disciplina.
En este escenario, es cuando se produce la repentina salida
de José Antonio Griñán, estamos en
el año 2013, de la secretaría general del PSOE.
A partir de ese momento comienza un
relevo express a favor de entonces consejera de Presidencia, Susana Díaz. Griñán había anunciado, durante el debate sobre el estado de la
comunidad de ese año, que no repetiría para encabezar el cartel de los
socialistas andaluces. Inmediatamente se abrió un proceso de primarias que concluyó sin que los
militantes llegaran a votar en las urnas, ya que Díaz fue la única aspirante que logró los avales suficientes. En
este proceso jugaron un papel determinante tanto Heredia como Conejo.
Susana Díaz,
rompe con el equipo de su predecesor y otorga a Málaga, se supone que como pago a los servicios prestados, el mayor
peso de su historia en la Junta.
Y llegamos a la reciente actualidad. En las últimas
primarias socialistas, julio de 2014, que ganó Pedro Sánchez, arrasando en Andalucía,
aunque el aparato del PSOE de Málaga
se limitó a cumplir con el papel encomendado por Susana Díaz para derrotar a Eduardo
Madina. No pude apreciar nunca que la dirección malagueña exteriorizase un
gran entusiasmo por Sánchez.
Heredia, como
compensación, fue designado secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, dicen que es los ojos y los oídos de Susana en Madrid. Tras
el golpe de mano en Ferraz el pasado
1 de octubre, toma un papel un papel más activo todavía en la defensa del
proyecto susanista, como acaba de revelar
la diputada Zaida Cantera en entrevista en Cuatro TV. También se hace necesario repasar las explosivas declaraciones ya citadas a El Mundo,
así como el comunicado en el que el secretario general de Comisiones Obreras. Ignacio
Fernández Toxo, desmiente con rotundidad las declaraciones de Heredia.
Por último, añadir que el martes día 6, Susana Díaz, afirmó en Carmona
(Sevilla) que no compartía las manifestaciones de Miguel Ángel Heredia, que realizó hace meses en una reunión con
simpatizantes de Juventudes Socialistas
de Málaga sobre la situación interna
del partido y dejó claro que ella llevaba meses trabajando "por recuperar
la fraternidad entre los compañeros, el respeto, y pidiendo además que se
respete a todos los compañeros, opinen como opinen".
Las espadas están en alto y a la espera de que sea la propia
Gestora del PSOE la que se pronuncie sobre esta presunta conspiración y sobre
las graves descalificaciones vertidas por Heredia,
no sólo hacía sus compañeros, sino también en torno a diversos colectivos
sociales, como, por ejemplo, los trabajadores autónomos.
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