Llevo más de cuarenta años dedicado con mayor o menor intensidad al periodismo político que he ejercido en medios de distinto pelaje, creo que con rigor y sin casarme con nadie, pero hoy, mientras daba mi habitual caminata para tratar de evitar la decadencia del cuerpo, me he dado cuenta de que estoy cansado y quizá también escandalizado.
Los neopopulismos enferman a la democracia. |
No se puede permanecer impasible ante lo que sucede a nuestro alrededor. Desde el exterminio del pueblo palestino, a la guerra oscura que tiene Ucrania como escenario. Pero tampoco ante el lawfare, en mi opinión una auténtica cacería, que se viene ejerciendo de la mano de algunos, aunque sean pocos, jueces y magistrados. No termino de entender que el hartazgo de una buena parte de la ciudadanía nos esté conduciendo a un claro retroceso en materia de derechos y libertades. Parece que el mundo occidental ha echado al cajón del olvido las desgracias que acarreó el ascenso del fascismo.
¿Quién es el responsable de lo que está pasando? Algunos, quizá los más atinados piensan que la precaria situación económica de muchas familias, el miedo, o la inseguridad de cara al futuro, están en el trasfondo de la situación. Otros, apuestan por señalar a los bulos y a los seudo medios de comunicación, aunque también añadiría las cabeceras de medios tradicionales, que actúan como la voz de su amo, junto a algunas emisoras generalistas de radio y televisión, que tratan a través de algunos de sus programas de confundir y aborregar a sus audiencias.
No puedo evitar escandalizarme cuando día tras día, personajes como Isabel Díaz Ayuso, a la que con seguridad le falta un hervor, marcan, un día sí y otro también, la agenda política. Los populismos que representan Feijoó y Abascal, sin propuestas que ofertar, basando sus discursos en burdas mentiras, hacen que la moral de una buena parte de los demócratas no se encuentre muy allá.
Habría que añadir que la falta de capacidad de la izquierda para forjar una unión necesaria, junto a la demostrada falta de eficacia de las administraciones públicas para resolver de manera ágil y eficaz los problemas de los ciudadanos, tenemos una administración dieciochesca, forman el caldo de cultivo que provoca la desesperanza.
Este panorama motiva cansancio y hastío, pero ante el escenario al que se enfrentan nuestros ojos cada día hay que apostar por más democracia, más valentía, mayor compromiso, más política de la buena y mayor activismo a favor de una sociedad más justa, más igualitaria y con mayor libertad.
Y penalizar los moviles en facultades y escuelas
ResponderEliminarLo reciente de PABLO IGLESIAS con NACHO ABAD ( Cuatro TV ) es para concluir que España NO merece la pena [Vid 15' ] https://youtu.be/xInU4uZfy64?si=PxG9-aVkM0jwm4CX
ResponderEliminar"¿Se arrepiente? ¿se arrepiente ¿se arrepiente...?"